En está ocacion quisiera empezar con un silencio en mi corazón, por los acontecimientos sucedidos en mi ciudad natal Culiacán Sinaloa.
Culiacan no son solo drogas y mujeres exoticas, es una ciudad con gente querendona, gente noble también y mujeres guapas que les gusta verse y sentirse bellas. Es un estado lleno de talento y rico en recursos naturales.
Hacia afuera es difícil de creerlo, pero me consta que dentro de mi ciudad hay personas y grupos organizados que generan valor e introducen buenos hábitos, como la iniciativa de Sinaloenses ejemplares en el mundo, que busca generar conciencia, inspiración y motivación para jóvenes y ciudadanos de Sinaloa.
Hoy quiero compartir ese momento que es parte de mi historia y de mi camino por el arte y diseño.
Estaba en un mini departamento recien llegada a Milán a finales del 2014 cuando recibí un llamada de Culiacán Sinaloa. Se trataba de la organización del galardón Sinaloenses Ejemplares en el Mundo.
En la llamada me informaban que había sido seleccionada para recibir el galardón de sinaloense ejemplar en el mundo, por mi trayectoria en el diseño.
Debo confesar que no fue fácil para mi recibir este galardón. Sentía que era muy pronto para obtener un premio así, aún no me sentía estar en la cúspide de mi trayectoria como artista y diseñadora.
Sin embargo recuerdo platicar con los organizadores y me hicieron notar que esto podría Inspirar a otros jóvenes a salir fuera para prepararse, eso me hizo sentir una gran responsabilidad y orgullo de ser Sinaloense.
Cuando me presentaron y leyeron mi trayectoria artística me parecía que estaban hablando de otra persona. Debo ser sincera no sentía que lo mío fuera tan grande. Con el Tiempo comprendí que ese galardón era mío no por ser la mejor o número uno, si no por toda la perseverancia que he tenido a lo largo de mi vida, donde cada cosa que hago, para mi, siempre fue imperfecta y pequeña, pero que en realidad fue valiosa y grande. Ahora cada vez que pienso hacia atrás me doy cuenta de todo lo que he hecho en mi vida, no siempre en las circunstancias más simples, muchas en situaciones muy adversas y es ello lo que me hace ser parte de un grupo de Sinaloenses que salen fuera de estado y de su país a buscar abrir camino donde parece cerrado o tierra ajena, siempre con la ilusión de regresar a la tierra que nos vio nacer y nos dio esa pasión y ese temple que nos marca y distingue.
Gracias por ese Galardón, gracias por esa noche.
Una noche fugaz como todo aquello grandioso que nos rodea.
Culiacán Sinaloa te llevo siempre en mi corazón!.
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